Un estudio revela las diferencias de trato entre hombres y mujeres en el trabajo.
Un estudio publicado en Harvard Business Review utilizó sensores para analizar las interacciones de empleados en un entorno laboral y descubrió que, aunque hombres y mujeres exhiben comportamientos similares en el trabajo, las mujeres reciben un trato diferente, lo cual puede influir en su desarrollo profesional.
Hombres y mujeres actúan igual, pero son percibidos de manera distinta.
La investigación equipó a empleados de distintas empresas con dispositivos electrónicos (sensores) que rastreaban su comunicación, interacciones y movimientos a lo largo del día. El hallazgo más revelador fue que, en términos de comportamiento, hombres y mujeres mostraban patrones similares:
Participaban en el mismo número de reuniones
Hablaban con la misma cantidad de personas
Tenían niveles de comunicación y colaboración equivalentes
Sin embargo, a pesar de esta paridad en conducta, las mujeres tenían menos oportunidad de ascenso y recibían menor reconocimiento en comparación a sus colegas masculinos.
Esto sugiere que la brecha de género en el ámbito laboral no se debe a diferencias en la conducta profesional, sino a cómo las mujeres son percibidas dentro de la organización. La falta de promoción y la menor valoración de sus contribuciones no están vinculadas a su desempeño, sino a sesgos arraigados a la cultura organizacional.
El impacto del sesgo inconsciente.
El estudio de Harvard Business Review coincide con investigaciones previas sobre el impacto de los sesgos inconscientes en la carrera de las mujeres. Un ejemplo claro es el famoso experimento del “Efecto Jennifer y John”, donde se presentó un mismo currículum a diferentes evaluadores con nombres distintos. Los resultados mostraron que “John” era calificado como más competente y empleable que “Jennifer”, además de recibir ofertas salariales más altas, a pesar de que la única diferencia entre los candidatos era el nombre y género.
Esto es real… estos sesgos influyen en la toma de decisiones dentro de las empresas, afectando el acceso de las mujeres a promociones, aumentos salariales y oportunidades de liderazgo.
¿Cómo podemos cerrar la brecha?
Para lograr un cambio es necesario implementar medidas que combatan los sesgos inconscientes y promuevan la igualdad de oportunidades. Algunas incluyen:
Evaluaciones objetivas de desempeño: Utilizar criterios estandarizados y datos medibles para evaluar el trabajo de los empleados.
Capacitación en sesgos inconscientes: Sensibilizar a líderes y empleados sobre cómo los estereotipos afectan las decisiones dentro del entorno laboral.
Políticas de equidad en promociones y ascensos: Establecer procesos transparentes que garanticen igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
Mentoría y patrocinio: Crear programas donde mujeres en niveles más bajos de la organización reciban apoyo y guía de los líderes que impulsen su desarrollo profesional.
Fomentar una cultura inclusiva: Implementar políticas que promuevan la equidad en el trabajo, como flexibilidad laboral, licencias de paternidad equitativas y reconocimiento del talento femenino.
La investigación de HBR deja claro que las mujeres no necesitan cambiar su comportamiento para tener éxito en el trabajo, sino que son las empresas las que deben modificar sus prácticas para reconocer su talento de la misma manera en que lo hacen con los hombres.
Crear un entorno donde todos sean evaluados con justicia no solo beneficia a las mujeres, sino que fortalece a las organizaciones al aprovechar el potencial de todos sus colaboradores.
Fuente: Harvard Business Review. A Study Used Sensors to Show That Men and Women Are Treated Differently at Work
by Stephen Turban, Laura Freeman and Ben Waber